Así se trabaja en el Boston Globe en mitad de la tragedia


El Boston Globe se ha convertido en el epicentro de la información desde que el lunes se produjeran las trágicas explosiones en la maratón de la ciudad que ya han supuesto la muerte de tres personas.

Allí trabajan tres periodistas españoles, integrados en el equipo de gráficos del diario, como son Javier Zarracina, que es quien dirige el departamento, acompañado de Gabriel Florit y Chiqui Esteban.

En conexión directa con el diario, hemos hablado con este último que nos ha contado cómo es el ambiente que se respira en la redacción desde que saltó la noticia, cómo se han organizado para realizar lo que ha sido una excelente cobertura de la tragedia y también cómo es hacer periodismo en un país como Estados Unidos.El Boston Globe se ha convertido en el epicentro de la información desde que el lunes se produjeran las trágicas explosiones en la maratón de la ciudad que ya han supuesto la muerte de tres personas.

233 Grados: ¿Cómo está la ciudad?

Chiqui Esteban: “Hay una zona del centro que está todavía cerrada. Es una zona muy comercial, donde está situada la plaza más importante de la ciudad, Copley Square, y el rascacielos más alto. Además está habiendo algunos problemas en el transporte público”.

¿Qué ambiente se respira en la redacción?

Hay mucho más trabajo de lo habitual, como es lógico. También porque hay mucha gente fuera de la redacción, ya que en estos momentos tenemos reporteros repartidos por toda la ciudad, ocupándose de diversos asuntos como el contacto con las familias afectadas, policía, hospitales, etc.

Si estuvieras aquí ahora verías que no hay mucha gente. Lo que sí hay es mucho movimiento y actividad, con todos los monitores a todo volumen y todo el mundo pendiente de ellos.

¿Cuál es la secuencia del trabajo desde que se producen las explosiones?

La maratón es uno de los acontecimientos del año aquí en Boston. Por eso teníamos en la línea de meta bastantes reporteros gráficos haciendo fotos y vídeos y por eso tuvimos información y material de primera mano desde el primer momento. También por eso muchas de las fotos que han publicado otros medios fueron tomadas por fotógrafos nuestros.

En cuanto saltó la noticia comenzaron las primeras reuniones que se siguieron sucediendo a lo largo de todo el lunes. Había que ver qué sabíamos y qué no sabíamos y decidir qué contábamos y cómo lo contábamos, confirmar todas las informaciones y coordinar todo el trabajo.

Cuando llega tanta información es muy importante tener mucho cuidado porque llegan muchas noticias que no están confirmadas.

¿Y cómo ha sido el trabajo del departamento de gráficos?

Hemos estado trabajando en coordinación con el resto, manteniendo breves reuniones cada dos horas entre los miembros del equipo. Al final hemos publicado tres gráficos en papel y tres gráficos en la web, más lo que sacaremos mañana (por hoy).

¿Es muy diferente el día a día de un periodista en Estados Unidos?

Es bastante diferente. Por ejemplo aquí no se lleva tanto lo de la rueda de prensa. Muchas de las historias que se publican a lo largo del día son propias porque se hace más periodismo de investigación. También se publican muchas piezas atemporales, que no importa si las das un día u otro, y que se preparan con meses de antelación, con gente trabajando sobre el terreno.

Por ejemplo, cuando yo llegué al Globe (hace seis meses) se estaban dando los últimos retoques a un reportaje sobre un barrio muy problemático de aquí de Boston, para el que habían mandado a tres redactores a vivir allí durante unos meses. Esto es algo que en el periodismo español no se ve, por lo menos ahora mismo.