Robo de cables deja pérdidas millonarias a oficinas católicas y empresas privadas

Los ladrones de cables dejaron sin servicio de teléfono e Internet  a las oficinas de Cáritas Dominicanas y unos diez negocios y representaciones de particulares que funcionan en un edificio propiedad de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), ubicado en la esquina de la calle Fernández Domínguez y 51, del Ensanche La Fe, próximo a Color Visión.

La sustracción de los cables por varios desconocidos que cometieron el hecho ayer domingo, también afectó a otros muchos negocios y familias de la calle Euclides Morillo, entre las avenidas Lope de Vega y Tiradentes.

El ingeniero Lorenzo García Troncoso, director ejecutivo de la Oficina Nacional de Cáritas, dijo que todos los departamentos y servicios estaban afectados y que era la segunda vez que los ladrones se robaban los cables  de los teléfonos en la calle Euclides Morillo en menos de dos meses.

 “Ninguna institución puede funcionar hoy sin los servicios de teléfono y la Internet, el robo de esos cables para venderlos por unos pesos producen pérdidas millonarias y siempre lo hacen el domingo para amanecer el lunes”, dijo García Troncoso, señalando que las pérdidas que sufren todos esos establecimientos y los retrasos de los programas que se ejecutan representan pérdidas por varios millones de pesos.

Dijo que la reposición de esos cables supone un tiempo a veces mayor de 48 horas y que también representa una pérdida significativa para la empresa telefónica  Claro-Codetel.

Además de los departamentos de Cáritas, en el edificio del Episcopado están sin servicio de teléfonos e Internet las oficinas de CRS (Cruz Roja de Estados Unidos),  Fundación Renal Dominicana, Cooperativa Adelante, WPS Logística y Aduanas, Micro Préstamos, Lady Rent Car y otros programas sociales y humanitarios católicos.

Por igual, han sido afectados el edificio de Laboratorios Síntesis, Auto Alea, el Colegio la Fe y una guardería infantil de la calle Fernández Domínguez.

Vecinos de la avenida Lope de Vega, cerca de la calle Euclides Morillo, dijeron que en la tarde del domingo vieron algunos hombres que trataban de escapar de la Policía arrastrando algunos cables, pero que no sabían si los agentes lograron apresarlos y recuperar los cables. Agregaron que este tipo de alambre de teléfono los ladrones los queman para deshacerse del forro de caucho y luego vender los hijos de cobre en las metaleras y a los compradores ambulantes.

Tanto el ingeniero García como los propietarios de los negocios afectados, pidieron la intervención del jefe de la Dirección Central del Distrito Nacional de la Policía, general  Romer López, porque ya es la segunda vez que ocurre este desastre en menos de dos meses.