Los actos que este joven de Texas cometió en contra de su madre no tienen perdón y, a consecuencia de ello, ahora tendrá que pasar el resto de su vida tras las rejas
Davis primero estranguló a Kimberly Hill, pero al ver que eso no funcionó, la golpeó en varias ocasiones con un martillo.
El hombre no acabó ahí, ya que para asegurarse de que su delito estuviera terminado, le abrió la cabeza y le apretó el cerebro con sus manos.
Después de estar seguro que estaba muerta, el joven tuvo sexo con el cadáver de su madre.
El psiquiatra que lo evaluó, Joel Kutnik, dijo que el joven “quería asegurarse de que estuviera muerta, luego le metió la mano al cráneo y movió el cerebro, después me dijo que agarró un cuchillo y los mezcló y también dijo que se sentía como un masilla… luego dijo que probó el cerebro”.
Kutnik agregó que el asesino le confesó tener fantasías con matar a personas y después tener sexo con cadáveres y con niños.
Su hermana estuvo presente en corte y le dijo que “había asesinado a la única persona que siempre estaba de su lado”.
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