El rendimiento de un niño en el salón
de clases está vinculado a qué tan activo físicamente es, afirman científicos
en Holanda.
Los
investigadores del Centro Médico de la Universidad VU en
Amsterdam, llevaron a cabo una revisión de los estudios publicados previamente
sobre este vínculo.
En total los 14 estudios analizados
involucraron a más de 12.000 niños.
La
investigación -publicada en Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine (Archivos de Pediatría y Medicina de la Adolescencia )-
encontró que el ejercicio parece producir un incremento en el flujo de sangre y
oxígeno al cerebro.
Los
autores subrayan, sin embargo, que es necesario llevar a cabo estudios más
detallados y precisos para confirmar esta asociación.
La
doctora Amika Singh y su equipo quisieron analizar la relación entre la
actividad física y el rendimiento académico debido a los temores de que la
presión para mejorar las calificaciones de los niños estaba conduciendo a que
pasaran más tiempo dentro del salón de clases y menos tiempo en actividades
físicas.
Para
su revisión, los investigadores identificaron 10 estudios observacionales y
cuatro estudios de intervención.
Doce
de los estudios habían sido llevados a cabo en Estados Unidos, uno en Canadá y
otro en Sudáfrica.
El
tamaño de las muestras variaba desde 53 a cerca de 12.000 participantes de entre
seis y 18 años de edad.
El
período de seguimiento varío desde ocho semanas y más de cinco años.
Dos
de los estudios revisados habían sido clasificados de "alta calidad",
dicen los autores.
Oxígeno al cerebro
"Los niños que aprenden a participar en
actividades deportivas también aprenden a obedecer reglas. Esto podría
significar que están más disciplinados y más capaces de concentrarse mejor
durante las lecciones"
Dra.
Amika Singh
Basados
en la evidencia de esos los estudios, los científicos encontraron una
"relación positiva significativa" entre la actividad física y el
rendimiento académico.
Esto,
agregan, puede deberse a que el ejercicio ayuda a las funciones cognitivas al
incrementar el flujo de oxígeno al cerebro.
La
actividad física también reduce el estrés y mejora el estado de ánimo, lo que
hace que los niños tengan más probabilidad de comportarse mejor en el aula.
"Los
niños que aprenden a participar en actividades deportivas también aprenden a
obedecer reglas. Esto podría significar que están más disciplinados y más
capaces de concentrarse mejor durante las lecciones" explica la doctora
Singh.
Pero
agrega que es necesario llevar a cabo más estudios que analicen la relación
exacta entre la actividad física y el rendimiento académico.
"La
gente siempre pregunta: '¿Cuánto ejercicio necesito hacer para obtener una A?'.
No lo sabemos, pero nos gustaría averiguarlo" expresa la investigadora.